Etapa 7

Ponferrada - Samos.- 94 kms.

Hoy es nuestro 7º día y al contrario de eso, de "al 7º descansó", nosotros al revés, hemos tenido la etapa más dura de todo el camino, quizás no la más dura por cuestiones climáticas, esa fue ayer, pero sí la más dura de la orografía y la distancia, hemos tenido un buen día de tiempo, con sol y calor, pero no excesiva y por la tarde se ha llevado muy bien, pero por contra, hemos subido el famoso "O Cebreiro", que son 9 kms. hacia arriba, pero que cuando parece que ha terminado, aún sigue subiendo hasta el no tan famoso pero sí tan duro el "Alto do Poio".

Hasta llegar a la base de O Cebreiro, no hemos tenido contratiempo alguno, circulando por el camino que sale de Ponferrada, por los pueblos limítrofes, cruzamos Cacabelos, encontramos un poco de barro en algún sitio, pero sin problemas, hasta llegar a Villafranca del Bierzo, donde hicimos nuestra primera parada (esta ocasión ha sido la única), nos metimos entre pecho y espalda, sendos bocadillos para coger fuerzas, y aprovechamos para rellenar los botes con la idea de volver a parar en Vega de Valcarcel, para afrontar la subida con las fuerzas intactas, el recorrido es bastante fácil, transcurre paralelo a la antigua nacional VI, por un carril especial para peregrinos, y cruzamos un par de pueblos hasta que en Trabadelo, la rueda de atrás de José Andrés (Tachen) se queda frenada, tiene problemas con el disco de freno, suerte que llevamos arandelas de sobra porque yo ayer, cambié las zapatas de mi freno de atrás, que las "pulí" bajando la Cruz de Ferro, y las habíamos guardado, por si las moscas, y sí, nos han venido bien; a lo que iba, como se ha quedado arreglando la bici, José Andrés C. y yo hemos tirado para adelante, puesto que Juanchu se quedaba para ayudarle y ellos suben más rápido, así no perdemos tanto tiempo esperandonos unos a otros, y hemos llegado a Vega de Valcarcel, y en vez de volver a parar, hemos subido directamente, la subida, es dura, aunque no tanto como la recordábamos mi hermano y yo de la primera vez, pero se hace larga, el tiempo acompaña, hace calor, pero no agobia y se va subiendo a buen ritmo, hay zonas (después de pasar debajo de la autovía) que son especialmente preocupantes y yo, por mi parte, tengo que poner plato pequeño, porque se me atraganta el ritmo, pero al cabo de un par de kms. vuelvo a recuperar y subo de nuevo al mediado, así, al ritmo, llegamos a Pedrafita do Cebreiro, donde aprovecho para hacerme unas fotos, y al poco aparecen los demás, continuamos con la sesión fotográfica, y seguimos ascendiendo esta vez directos a O Cebreiro, esto que en teoría ya estaba hecho, se hace más duro, porque el aire esta vez nos entra de frente y se hace eterno hasta llegar a la cima, pero aquí no acaba todo, aún nos queda pasar por el Alto de San Roque y ascender al Alto Do Poio, en total estamos más de 2 horas subiendo, hasta que llegamos al bar que hay en el Alto do Poio, donde nos recuperamos con unas cervezas y un trozo de empanada gallega, y charlamos con la dueña del bar, Doña Remedios, una mujer muy simpática típica de la zona.

Después del trabajo duro, nos dirigimos hacia Triacastela, donde en principio, pensábamos pasar la noche, pero como los kilómetros que hay hasta allí, son todo bajada, nos presentamos a las 4,30 h. y decidimos avanzar un poco más, puesto que hace buen tiempo y mañana amenaza lluvia de nuevo, y continuamos hasta Samos.

Aquí el albergue es tranquilo, todo lo contrario al de ayer de Ponferrada, nos duchamos y nos da tiempo a ver el Monasterio en una visita guiada por el hermano Alberto, que nos deja a todos con la boca abierta, una pasada de bonito, y desde allí, directos a la cena, puesto que el albergue cierra a las 10 h. y a esa hora apagan la luz, así que hay que estar un rato antes.

Resumen: Dia muy duro, pero muy bonito, la entrada a Galicia es espectacular, los paisajes son alucinantes, las piernas han sufrido, pero el ánimo está por las nubes, estamos a 120 kms. de Santiago después de todo lo que hemos pasado, casi lo tenemos hecho, pero como se suele decir en la formula 1, hasta que no pasemos la bandera de cuadros, no podemos cantar victoria.

Muchas gracias a todos los que nos llamais, a los que nos dejais vuestros comentarios, porque nos anima leerlos, y aunque no tengamos internet, como esta noche, le seguimos la pista y da gusto comprobar como compartís nuestro camino con nosotros. GRACIAS.

Postdata: A estas alturas, Juanchu, lleva 4 o 5 cambios de ropa diarios, que si me pongo los manguitos, que si me los quito, que si me pongo el cortavientos por debajo de la chaqueta de invierno, que si ahora por encima, que si me pongo las perneras para bajar, que si me las quito para subir, así todos los días... casi se cambia tanto como una vedette de revista....pero lo queremos mucho...jeje.