Etapa 8

Samos - Melide.- 83 kms.

Hoy sí, hoy era el día, hoy nos mojábamos sí o sí, y efectivamente nos hemos mojado, pero no un poco, no... nos hemos puesto chorreando, pero por todos sitios, como se dice en nuestro pueblo, hemos llegado "auple".

Empezamos la mañana nublado y con cierta confianza porque el hospitalero nos dijo que según decían las noticias, haría viento pero no lluvia, mentira cochina, creo que lo ha dicho para animarnos, porque nada más desayunar a eso de las 10, se ha puesto negro, negro y se ha puesto a llover como si no lo hubiera hecho nunca, nos hemos puesto los chubasqueros, enfundado las alforjas, pero vayamos por partes...

Al salir de Samos el Camino transcurre durante cierto tiempo paralelo a la carretera y por ella nos desplazamos, hasta que se desvía por una cuesta del 15, y como estábamos frescos, ni lo pensamos... arriba con ella, la zona preciosa, entre las llamadas corredoiras gallegas, discurre por aldeas, fincas y granjas, tenemos hasta un encontronazo con una vaca tozuda en mitad del camino, que no se movía, todos con más miedo que 11 viejas, menos mal que un peregrino a pie, con su bastón, la ha arreado y nos la ha quitado de enmedio, sino, puede que aún estuvieramos allí, que sí, que es una vaca, que no hará nada, pero que tenía cuernos y miraba con muy mala leche, en fin, así hemos llegado a Sarria, la verdad es que la zona es una pasada, pero con mucho desnivel, para arriba y para abajo, pero se hace llevadero, aunque los kilómetros no avancen, se prefiere a la carretera, así llegamos a Sarriá, y aquí empieza el martirio para nosotros, supongo que coincide que es viernes, puente y que además es el punto desde el cual te dan la compostela, el caso es que ha habido un desembarco de peregrinos turísticos (turisgrinos) y han provocado un overbooking literal, y acojonante, teníamos que ir pidiendo paso en todo momento, llegaban a ocupar el camino totalmente, y lo más gracioso, es que muchos iban con las manos en los bolsillos, o con un bastón de decathlón y nada más, ni una mísera mochila.... o grabando con una cámara de video.... o hablando por el móvil... o de pase de modelos de Armani.... en fin, lo dicho, que se nota quien está haciendo el Camino realmente y quien lo utiliza como una forma de turismo rural, de hecho ha habido mucha gente con la misma mochila y el pack completo, un bastón, una gorra como los exploradores (cuando estaba nublado); e incluso se molestaban, cuando les pedíamos paso con la bici, como decía aquel "hay gente pa' to'".

Hartos de esquivar turisgrinos, en un cruce a pocos kms. de Portomarín, hemos decidido salirnos a la carretera comarcal porque estábamos saturados de paseantes, porque no se merecen otro nombre, y en Paradela, ha sido cuando se ha puesto a llover, y una vez ataviados con nuestros respectivos chubasqueros, hemos puesto marcha hasta Portomarín, y obviamente ya no hemos intentado volver al camino, puesto que la lluvia arreciaba y estaba embarrado, el perfil de esta etapa es el típico gallego, para aquel que no lo conozca es subir, bajar, volver a subir, volver a bajar, subes de nuevo... y bajas, y subes.... y así sucesivamente, pero nada de subidas suaves, no, rampas duras con pendientes terribles, que hace que las piernas acaben machacadas y más con la lluvia, no entrabamos en calor ni a la de 3.

Después de descansar un rato en Portomarín, hemos decidido tirar hasta Palas de Rei, para comer, por aquí había escampado y hemos vuelto a coger el camino, volvemos a disfrutar con las corredoiras y volvemos a mojarnos, por suerte, por aquí el camino es un tramo de asfalto "basto" que hace que no haya barro, y a estas alturas, aunque también hay peregrinos, ya no hay tantos turisgrinos, se nota por la mochila que llevan a la espalda y los "andares" cansinos que llevan. El perfil sigue siendo el mismo, obviamente, y cuando llegamos a Palas de Rei, nos tiramos como leones a un cocido gallego que nos han servido, y que nos ha recuperado como si la poción mágica de Asterix se tratara, por si os lo preguntais, sigue lloviendo, y no apetece nada volver a subirse a la bici, pero, o eso, o te quedas ahí y mañana nos tocaría hacer más kms. así, que decidimos, que a pesar de todo, nos vamos para Melide, que está a 15 kms. y nos quedamos más cerca de Santiago para el sábado tener menos tarea y salir tranquilamente.

Los últimos 15 kms. llueve más aún, y por si nos habíamos secado un poco comiendo, volvemos a ponernos a caldo, hasta que hemos llegado, de hecho, sigue lloviendo aún, nos hemos duchado y puesto la ropa a secar, y ahora si nada lo impide, nos cenaremos una ración de pulpo, que creo que nos la hemos merecido y veremos el futbol tranquilamente. Mañana cruzaremos el Monte Do Gozo y si Dios quiere, abrazaremos al Santo.

Resumen: Etapa muy dura, y no solo por la lluvia, sino porque si sumamos todas las cuestas, es como si hubieramos subido 5 Calderinas seguidas, hemos disfrutado por las zonas que transcurre entre las corredoiras, pero hemos sufrido en nuestras carnes la masificación de peregrinos que hay por esta zona y hasta Santiago será igual o peor.

PD: Obviamente, Juanchu, no ha tenido ocasión de probar modelitos, se ha puesto el chubasquero y no se lo ha quitado hasta que no hemos llegado.

PD.2: Gracias a todos por los mensajes de ánimo...